CERTIFICACIÓN ENERGÉTICA DE EDIFICIOS I.
El Ministerio de Industria prevé que a partir del enero de 2013 entre en
vigor un Real Decreto para la certificación energética de edificios
existentes. Se impondría (¿se impondrá?) disponer de este certificado para las
trasmisiones de inmuebles y para los alquileres (si se alquila el inmueble más
de 4 meses al año).
Esta regulación emana de directivas europeas ya
aplicadas en casi toda la Unión. El principio que haría virtuosa la etiqueta
o calificación energética es el mismo que en el resto de productos de
consumo (las etiquetas que hay en las los frigoríficos, los aparatos de aire
acondicionado, etc). Si una casa tiene calificación B o A
(muy difícil de momento) consume menos energía, es más rentable en el
tiempo y esto ha de repercutir en el precio. A través de la competencia se
obtendrá la concienciación de consumidores y empresas y una buena calificación
supondrá un valor añadido real. Es un proceso que ha funcionado en
electrodomésticos y puede hacerlo también en las viviendas. Las directivas
europeas conducen a que los edificios que se construyan en 2020 se obliguen a
consumos casi nulos.
Ni que decir tiene que el tema me resulta
interesante porque es una oportunidad de obtener algunos encargos
profesionales, aunque no sería serio pensar que esto nos hará pasar la crisis a
los técnicos. Obviamente quedo a disposición de todo aquel que pueda necesitar
este servicio.
En los procedimientos aprobados se
incluyen medidas correctoras para la mejora de los inmuebles en uno o dos
escalones, lo que significa que se puede mejorar la calificación energética de
un inmueble existente e igualmente certificarlo. Esta parte, la de la mejora de
la calificación energética, no es solamente un papel más o menos obligatorio.
Con los precios que está alcanzando la energía (electricidad, gas) y los
impuestos que los gravan la amortización de obras de mejora energética es ya
evidente. El coste medio de la electricidad por vivienda en 2011 rondó los 1000
€, en 2012 entre subidas de iva y de la propia energía ese coste se habrá ido
un 10 % por encima y el 2013 puede ser peor. Sobre un gasto supuesto de 1200
€/año en electricidad una mejora del 30% en los consumos (para el mismo confort)
resultaría amortizable en pocos años, aparte de la mejora en el valor del
inmueble a través una mejor calificación.
Finalmente comunico a mis aburridos lectores
unas sensaciones sobre la postura del Gobierno al respecto. Para la puesta en
marcha de esta disposición obligatoria es precisa la aprobación del Real
Decreto y el año 2012 termina. Espero equivocarme (si es así borro este párrafo,
pero si no se aprobara este Real Decreto no me parece que las causas vayan a
ser el "interés general" sino dos causas muy particulares:
-causa 1. sareb. Si la certificación pesa sobre
las transacciones de todos los inmuebles este sobrecoste puede
resultar poco apetecible a los inversores del "banco malo". Pues no
se aprueba el RD.
-causa 2. empresas energéticas.
Consideraciones medioambientales aparte, no parece que exista
ningún interés real de las empresas energéticas en que su mercado cautivo
por excelencia reduzca sus consumos a largo plazo.
FELICES FIESTAS Y PROSPERO AÑO 2013