La construcción y el terremoto de Lorca.

En primer lugar transmito mi afecto a todas las víctimas y a todos los lorquinos.

Hablaré un poco de los aspectos técnicos de lo ocurrido. Lo devastador del terremoto de Lorca en sus construcciones ha excedido muchísimo lo previsible, lo que nuestro sentido común dicta y lo que los conocimientos científicos tenían previsto.

A efectos de la construcción de edificios y otras estructuras la variable que traduce el riesgo sísmico en  requerimientos para las estructuras es la aceleración sísmica. Este término se relaciona, por resumir, con la energía liberada por los sismos y con la distancia al lugar del seísmo.

Nos puede parecer que una magnitud de 5.1 no había de producir unos daños tan descomunales. Esto ha sucedido porque la distancia ha sido muy pequeña. La aceleración sísmica estimada oficialmente para Lorca es de 0.12, la que sufrió Lorca fue del triple.

Aparte de esto se han producido muchos daños por dos causas principales: se han caído petos de azoteas y balcones (que estaban insuficientemente anclados) y las tabiquerías de plantas bajas han sido destruidas de manera genérica (esto ha sucedido porque las normativas municipales, en casi todos los centros de ciudades y pueblos, imponen que las plantas bajas tengan casi cuatro metros de alto) por su esbeltez y fragilidad.

Por último se han producido daños muy graves en elementos estructurales muy cortos y rígidos (pilares enanos, generalmente entre la cimentación y el primer forjado). Estos elementos en general han estallado produciendo incluso colapsos completos de edificios, la mayoría de los edificios nuevos que hemos visto caer han sido por esta causa.

Esto significa que de manera inmediata se debe tener en cuenta, al menos, las siguientes medidas:

-revisar los valores oficiales de aceleración sísmica.

-revisar las normas municipales que imponen plantas bajas con gran altura, o reconocer que se han de tomar en este caso medidas estructurales especiales

-renunciar por completo a la construcción de elementos estructurales significativamente más rígidos que el resto de la estructura dado que se desintegran

-reforzar los elementos susceptibles de vuelco y caída sobre la calle (petos, balcones, cornisas….)

-asumir que la estructura debe ser relativamente flexible porque lo que no se deforma colapsa

-entender que las fábricas de ladrillo son una tecnología obsoleta en decenios cuya aplicación debe ser minoritaria y sujeta a elementos de refuerzo y armado interior.

Por último quisiera que se valore lo indefensos que están los Arquitectos y Aparejadores ante situaciones en que la normativa dicta unos requerimientos que no responden a la realidad.