AYUDAS PARA REHABILITACIÓN. PLAZO AMPLIADO.

La Consejería de Fomento ha ampliado el plazo para solicitar las ayudas autonómicas para la rehabilitación de edificios residenciales en la Región de Murcia, cuya convocatoria está dotada con 9 millones de euros este año 2016 dentro del actual Plan de Vivienda.

Plazo de presentación de solicitudes: Hasta el 31 de marzo de 2016.
Plazo para realizar las obras: Hasta el 31 de mayo de 2017.
Plazo para justificación de las obras: Hasta el 30 de junio de 2017.

Estas subvenciones tienen como misión ayudar a las comunidades de propietarios para llevar a cabo la rehabilitación integral de sus inmuebles, con el fin de convertirse en una colaboración económica determinante para los propietarios.

Los propietarios de las viviendas de los edificios objeto de rehabilitación podrán adquirir hasta 14.850 euros por vivienda o por 100 metros cuadrados del local, si realizan actuaciones de mejora en su conservación, su eficiencia energética y su accesibilidad.

Como novedad de la convocatoria de ayudas el pago adelantado del 30 por ciento de la subvención, previa presentación de la licencia municipal y el certificado de inicio de obra, y apuntó que el pago del 70 por ciento restante de la ayuda se realizará una vez aportado el certificado final de obra.

La fórmula de adelantar un tercio de la subvención total para la rehabilitación del edificio permite al ciudadano es una gran iniciativa del Gobierno regional para mitigar el esfuerzo económico que le supone afrontar una obra de esta magnitud.

Conservación, eficiencia energética y accesibilidad

Las ayudas a la rehabilitación tienen tres líneas de actuación. Una de ellas es la de conservación, cuyas labores se centrarán en la mejora de la cimentación, la estructura e instalaciones del inmueble; las cubiertas, las azoteas, las fachadas y otros elementos comunes, pero también las instalaciones comunes de servicios (electricidad, fontanería, gas, saneamiento, recogida y separación de residuos y telecomunicaciones). Los propietarios podrán obtener hasta 2.700 euros por vivienda, cuantía que se podrá duplicar, hasta los 5.400 euros, si además de las actuaciones de conservación se realizan obras en eficiencia energética y accesibilidad.

En eficiencia energética, los trabajos se dirigirán a reducir su demanda al menos en un 30 por ciento. Para ello, se subvencionarán obras que afecten al aislamiento del edificio, carpinterías, acristalamientos, dispositivos bioclimáticos; instalación o sustitución de sistemas de calefacción, refrigeración, producción de ACS y ventilación y la instalación de equipos que utilicen energía renovable. Las ayudas oscilarán entre los 2.700 y 6.750 euros por vivienda, dependiendo del grado de reducción de la demanda energética, entre el 30 o el 50 por ciento.

En cuanto a la accesibilidad, se subvencionará un máximo del 67,5 por ciento del coste de las obras y la ayuda podrá ascender hasta 5.400 euros por vivienda. Las ayudas se destinarán a subvencionar la instalación y adaptación de ascensores, rampas, salvaescaleras y dispositivos para discapacitados sensoriales; la implantación de elementos de apoyo que permitan el acceso de discapacitados a zonas comunes, y la instalación de elementos audiovisuales de información, aviso u orientación en escaleras y ascensores, así como de comunicación entre viviendas y el exterior.

Consideraciones profesionales y de oportunidad.

Se entiende por parte del sector que en sucesivas convocatorias las condiciones deberían ser mas laxas en lo relativo a la primera residencia y las condiciones de renta de los propietarios.

La ampliación de plazo tienen como principal razón que aquellos que cumplen las condiciones en realidad no pueden acometer las obras incluso contando con las ayudas. Bien por su nivel de renta, bien por la dificultad de las comunidades de propietarios para alcanzar acuerdos.

En este sentido creo que sería positivo que el próximo programa de ayudas diera cabida a edificios de segunda residencia, que son muchos en los municipios costeros y que no fuera tan exigente en las condiciones económicas para que se animara esta posibilidad en las grandes ciudades de la región, con edificios ocupados por personas con mayor renta que podrían dinamizar el sector y servir de guía para actuaciones que en realidad no son prescindibles a largo plazo.